La búsqueda de la felicidad…en patria o en el extranjero

¿Qué diferencia las personas satisfechas de aquellas insatisfechas?

En patria o en el extranjero, desde siempre el ser humano se ha caracterizado por su deseo de ser feliz. Tanto si decide quedarse en su país de origen, como marcharse en búsqueda de una vida mejor, las dificultades y los problemas a superar no faltarán, porque enfrentarse a los obstáculos que se presentan en el camino es parte de la vida.

En especial, cuando nos encontramos en el extranjero, tenemos tendencia a dejarnos llevar por el desconsuelo porque la familia está lejos, porque echamos en falta a los amigos y hacer nuevas amistades prácticamente es un trabajo a tiempo completo, porque quizás las expectativas profesionales se hayan visto decepcionadas y las cosas no marchen exactamente cómo las habíamos imaginado, porque la pareja puede sufrir por las muchas tensiones originadas por los múltiples retos a los que hay que enfrentarse, porque la adaptación de los hijos no es tan sencilla como pensábamos... Estas y otras dificultades son vistas como un impedimento a la vida feliz con la que soñábamos.

Pero ¿qué es realmente la felicidad? Dar una definición unívoca es complicado. Varios filósofos han dado su interpretación. Para Aristóteles la felicidad más que un estado es un estilo de vida, porque para alcanzarla hace falta cultivar las virtudes más altas del ser humano. Nietzsche, en cambio, oponía el concepto de "bienestar" a aquel de felicidad: el bienestar es como un "estado ideal de pereza", sin preocupaciones ni sobresaltos, mientras que ser felices significa ser capaces de sentir la fuerza mediante la superación de las adversidades. Según Ortega y Gasset se logra la felicidad cuando la "vida proyectada" y la "vida efectiva" coinciden, es decir cuando hay correspondencia entre lo que deseamos ser y lo que somos de hecho.

Entonces ¿qué hacer para aspirar a la felicidad? ¿Cuáles son los comportamientos y las actitudes de las personas que afirman vivir una vida satisfactoria?
Algunas sugerencias, aunque no del todo exhaustivas:

• Céntrate en lo que tienes, no en lo que te falta

  Sócrates afirmaba: "Aquel que no está satisfecho con lo que tiene no estaría satisfecho aunque tuviera lo que desea ".
  El primer paso para centrarnos en lo que tenemos es elegir mostrar gratitud por ello. ¿Qué puede ayudarte a elegir sentirte agradecido? Intenta escribir cada día en una hoja durante una semana todo aquello por lo que estás agradecido: personas (marido, compañera, hijos, padres, amigos, compañeros de trabajo…), lugares (el país que estás descubriendo, un parque, la montaña, el mar…), cosas (una nueva comida que has degustado, una canción escuchada, un panorama, una flor…). Al final de la semana vuelve a leer todo lo que has escrito y empieza a mostrar gratitud a los que te han ayudado o han contribuido para que tengas lo que tienes. Más gratitud muestras, más recibirás.

• No importa si el vaso está medio lleno o medio vacío, lo importante es seguir llenándolo

  El ejemplo del vaso medio lleno o medio vacío siempre se ha utilizado para diferenciar entre las personas que se centran en las cosas positivas, en lugar de aquellas que se centran en las negativas de la vida. Esta percepción del vaso prefiere una visión estática de las cosas. Sin embargo, la realidad está en continua evolución. Detenerse a constatar si el vaso está medio lleno o medio vacío significa solo afirmar un hecho, pero no ayuda a proyectarse en el futuro.
  Si sientes que no te encuentras a gusto en el contexto laboral, por ejemplo, en lugar de limitarte a constatar que no consigues entrar en sintonía con tus compañeros y dar importancia a las diferencias entre tú y ellos, puedes elegir centrarte en la búsqueda de los puntos de contactos comunes a los que aferrarte, para crear cada vez mayor proximidad.

• Si quieres más, tienes que ser más de lo que eres

  Jim Rohn escribía "Para tener más de lo que tienes, debes ser más de lo que eres. Si no cambias lo que tú eres, siempre tendrás lo que tienes."
  Si no estás satisfechos con tu posición laboral, en lugar de quejarte y nada más puedes preguntarte “¿Qué competencias, técnicas interculturales, comunicativas o relacionales tengo que adquirir parar lograr la posición que deseo?"
  Si no estás satisfecho con tu relación sentimental, en lugar de recriminar puedes preguntarte "¿Qué me permitiría ser mejor esposa, mejor compañero?"
  Porque allá donde pones tu atención, obtendrás los resultados.

• Vive de una manera que se adhiera a tus valores

  ¿Qué son los valores? Los valores son todo aquello que cada individuo considera importante en su forma de vida, de trabajar y de relacionarse. Por lo general, nuestros valores determinan nuestras prioridades, nuestras elecciones y también son la medida en base a la cual establecemos si estamos más o menos satisfechos con nuestra vida.
  Algunos ejemplos de valores son la familia, la naturaleza, el respeto, la armonía, el arte, el ayudar a los demás…pueden ser distintos para cada cual.
  Vivir de una manera que se adhiera a los propios valores significa elegir y tomar decisiones que están en armonía con lo que es importante para nosotros, lo cual acaba definiendo el nivel de satisfacción y al fin y al cabo de felicidad de nuestra vida.

Y tú ¿qué piensas? ¿Qué te permite aspirar a la felicidad?

 

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